Quién no ha soñado alguna vez con convertirse en el número uno de su pasión. El mejor cantante, guitarrista, batería, actor, actriz, médico... En definitiva, único e irrepetible en la historia. Mentiríamos si dijéramos que no deseamos alcanzar ese Olimpo reservado a unos pocos y que nos recordaran en siglos venideros. Más aún hoy en día, en una sociedad materialista donde alcanzar la fama se ha convertido en una de las principales prioridades.
Sin embargo ese camino a la cima está lleno de obstáculos, sufrimiento y renuncias a otros placeres de la vida, a veces, mucho más estimulantes que la propia codicia por alcanzar el éxito. Esta es parte de la trama de la opera prima de Damien Chazelle, Whiplash, basada en el cortometraje del propio realizador y que encierra en sí misma una historia de superación que, a simple vista muy manida, logra despertar y remover la conciencia a ritmo de jazz y unas interpretaciones que rozan la excelencia.
Sobre todo la de J.K Simmons, que a buen seguro dejará de ser invocado como el entrañable padre de Juno después de encarnar al severo, estricto, metódico y perfeccionista profesor del mejor Conservatorio de Jazz de Estados Unidos, Terence Fletcher. Cierto que no es el protagonista de la cinta. Ese privilegio recae en Miles Teller, que da vida a Andrew Neiman, aspirante a convertirse en el mejor batería de jazz de la historia. Pero el primer largometraje de Chazelle será sin duda recordado por el impresionante despliegue de talento de Simmons.
Devora cada fotograma el actor norteamericano. Desde ese plano secuencia inicial que recorre el pasillo de un modo 'tarantiniano' acercándose a Nieman, hasta un apoteósico final que pone los pelos de punta y merece ser disfrutado desde la butaca de un cine. Pero por partes, ese primer contacto visual entre ambos protagonistas, ya deja entrever lo que estamos a punto de presenciar. Esto no es otra cosa que un combate interpretativo entre ambos actores. Una lucha que reflexiona sobre el precio de la fama, el esfuerzo por alcanzar el éxito y la visión mecánica del ser humano, que debe dejar a un lado su esencia para convertirse en un aparato técnicamente perfecto si quiere triunfar.
Y ahí es donde Simmons da un recital, con momentos ambivalentes pero siempre férrero. Con métodos 'mourinhescos', en los que juega con los sentimientos -la pérdida de una madre- para despertar el genio de Andrew; extenuantes y que llevan al límite a sus alumnos, se desvela la otra cara del éxito. La presión que soportan jóvenes talentos que quieren emular, como en esta ocasión, a leyendas del jazz como Charlie Parker, cuya figura es omnipresente a lo largo de la película.
Ese debate se produce de forma explicita en una escena concreta del filme, con la familia de Nieman como protagonista compartiendo cena. Y se vuelve a repetir en un momento concreto entre Andrew y su padre, Jim, un profesor decadente y escritor frustrado que interpreta Paul Reiser (Aliens: El regreso). Una fórmula, la de la exigencia, que parece calar en el joven protagonista, obligado a renunciar al primer amor y otras experiencias vitales.
Estas reflexiones son los principales atractivos del trabajo de Chazelle, que sortea correctamente la monotonía de este tipo de historias hacia la fama. Sin duda por el reparto y, no podía ser de otra manera, el jazz. Es otro de los fuertes del filme, siempre presente como hilo conductor, pero visto desde otra perspectiva más educada y no tan elegante como esos ambientes llenos de humo y locales oscuros que han visto nacer a los mejores músicos del género.
Muchas vertientes que hacen de Whiplahs una película fresca, atractiva y absorbente. Cada nota y secuencia sacude en el asiento y, además, regala la descomunal interpretación de una cara conocida entre los secundarios de Hollywood, J.K Simmons, que recibe el reconocimiento de todos los amantes del séptimo arte. A buen seguro un personaje que va ser recordado dentro de mucho tiempo.
Título original: Whiplash
Año: 2014
Género: Drama
Duración: 103 min.
País: Estados Unidos
Director: Damien Chazelle
Guión: Damien Chazelle
Música: Justin Hurwitz
Fotografía: Sharone Meir
Reparto: Miles Teller, J.K. Simmons, Melissa Benoist, Paul Reiser, Austin Stowell, Jayson Blair, Kavita Patil, Kofi Siriboe, Jesse Mitchell, Michael D. Cohen, Tian Wang, Jocelyn Ayanna, Tarik Lowe, Marcus Henderson, Keenan Henson
Premios: 2014: 3 Premios Oscar: incluyendo mejor actor de reparto (J.K. Simmons)
2014: Premios BAFTA: Mejor actor secundario (JK Simmons), montaje & sonido
2014: Globos de Oro: Mejor actor de reparto (J.K. Simmons)
2014: Festival de Sundance: Mejor película y Premio del público
2014: Seminci de Valladolid: Mejor director novel
2014: Círculo de Críticos de Nueva York: Mejor actor secundario (Simmons)
2014: American Film Institute (AFI): Top 10 - Mejores películas del año
Puntuación: 9/10
Sin embargo ese camino a la cima está lleno de obstáculos, sufrimiento y renuncias a otros placeres de la vida, a veces, mucho más estimulantes que la propia codicia por alcanzar el éxito. Esta es parte de la trama de la opera prima de Damien Chazelle, Whiplash, basada en el cortometraje del propio realizador y que encierra en sí misma una historia de superación que, a simple vista muy manida, logra despertar y remover la conciencia a ritmo de jazz y unas interpretaciones que rozan la excelencia.
Miles Teller se ve sometido a los duros métodos de un impecable J.H Simmons (Sony Pictures). |
Sobre todo la de J.K Simmons, que a buen seguro dejará de ser invocado como el entrañable padre de Juno después de encarnar al severo, estricto, metódico y perfeccionista profesor del mejor Conservatorio de Jazz de Estados Unidos, Terence Fletcher. Cierto que no es el protagonista de la cinta. Ese privilegio recae en Miles Teller, que da vida a Andrew Neiman, aspirante a convertirse en el mejor batería de jazz de la historia. Pero el primer largometraje de Chazelle será sin duda recordado por el impresionante despliegue de talento de Simmons.
Devora cada fotograma el actor norteamericano. Desde ese plano secuencia inicial que recorre el pasillo de un modo 'tarantiniano' acercándose a Nieman, hasta un apoteósico final que pone los pelos de punta y merece ser disfrutado desde la butaca de un cine. Pero por partes, ese primer contacto visual entre ambos protagonistas, ya deja entrever lo que estamos a punto de presenciar. Esto no es otra cosa que un combate interpretativo entre ambos actores. Una lucha que reflexiona sobre el precio de la fama, el esfuerzo por alcanzar el éxito y la visión mecánica del ser humano, que debe dejar a un lado su esencia para convertirse en un aparato técnicamente perfecto si quiere triunfar.
J. K. Simmons brinda una interpretación descomunal como profesor de música en 'Whiplash' (Sony Pictures). |
Y ahí es donde Simmons da un recital, con momentos ambivalentes pero siempre férrero. Con métodos 'mourinhescos', en los que juega con los sentimientos -la pérdida de una madre- para despertar el genio de Andrew; extenuantes y que llevan al límite a sus alumnos, se desvela la otra cara del éxito. La presión que soportan jóvenes talentos que quieren emular, como en esta ocasión, a leyendas del jazz como Charlie Parker, cuya figura es omnipresente a lo largo de la película.
Ese debate se produce de forma explicita en una escena concreta del filme, con la familia de Nieman como protagonista compartiendo cena. Y se vuelve a repetir en un momento concreto entre Andrew y su padre, Jim, un profesor decadente y escritor frustrado que interpreta Paul Reiser (Aliens: El regreso). Una fórmula, la de la exigencia, que parece calar en el joven protagonista, obligado a renunciar al primer amor y otras experiencias vitales.
Milles Teller es Andrew Neiman, batería de jazz que debe renunciar a muchas cosas para lograr el éxito (Sony Pictures). |
Estas reflexiones son los principales atractivos del trabajo de Chazelle, que sortea correctamente la monotonía de este tipo de historias hacia la fama. Sin duda por el reparto y, no podía ser de otra manera, el jazz. Es otro de los fuertes del filme, siempre presente como hilo conductor, pero visto desde otra perspectiva más educada y no tan elegante como esos ambientes llenos de humo y locales oscuros que han visto nacer a los mejores músicos del género.
Muchas vertientes que hacen de Whiplahs una película fresca, atractiva y absorbente. Cada nota y secuencia sacude en el asiento y, además, regala la descomunal interpretación de una cara conocida entre los secundarios de Hollywood, J.K Simmons, que recibe el reconocimiento de todos los amantes del séptimo arte. A buen seguro un personaje que va ser recordado dentro de mucho tiempo.
Ficha Técnica
Título original: Whiplash
Año: 2014
Género: Drama
Duración: 103 min.
País: Estados Unidos
Director: Damien Chazelle
Guión: Damien Chazelle
Música: Justin Hurwitz
Fotografía: Sharone Meir
Reparto: Miles Teller, J.K. Simmons, Melissa Benoist, Paul Reiser, Austin Stowell, Jayson Blair, Kavita Patil, Kofi Siriboe, Jesse Mitchell, Michael D. Cohen, Tian Wang, Jocelyn Ayanna, Tarik Lowe, Marcus Henderson, Keenan Henson
Premios: 2014: 3 Premios Oscar: incluyendo mejor actor de reparto (J.K. Simmons)
2014: Premios BAFTA: Mejor actor secundario (JK Simmons), montaje & sonido
2014: Globos de Oro: Mejor actor de reparto (J.K. Simmons)
2014: Festival de Sundance: Mejor película y Premio del público
2014: Seminci de Valladolid: Mejor director novel
2014: Círculo de Críticos de Nueva York: Mejor actor secundario (Simmons)
2014: American Film Institute (AFI): Top 10 - Mejores películas del año
Puntuación: 9/10
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