miércoles, 3 de diciembre de 2014

'Escuela primaria': Infancia, madurez y otros despertares

Una película con guión ágil y dinámico; sumado a una historia fresca y costumbrista; combinado con unos críos pícaros, traviesos y curiosos a la par que entrañables, el éxito del trabajo está asegurado. Si no el triunfo, sí al menos el entretenimiento y el viento a favor de la crítica y sobre todo el público. Todo esto y algo más tiene Escuela primaria, el filme checoslovaco nominado al Oscar a Mejor Película de habla no inglesa en la edición de 1992; un premio con el que se alzó finalmente la cinta italiana Mediterráneo.

Eda y Tonda son los motores de esta entrañable historia.
La acción transcurre en un pequeño pueblo a la afueras de Praga, en la posguerra de 1945. Después de las sombras de la II Guerra Mundial, es el tiempo de la luz y el optimismo posterior a la contienda. Eso se percibe en el ambiente y el carácter de Eda -marcado por el pasado de su hermano- y Tonda, dos críos pícaros y traviesos que, junto a sus compadres de escuela, traen por el camino de la amargura a sus profesores y caricaturesco director. Especialmente a la tutora, que huye en medio de clase después de sufrir la última trastada de sus alumnos.

Los niños se rinden a la autoridad de Hnizdo.
Esta es entonces sustituida por el héroe de guerra Igor Hnizdo -Jan Triska-, un personaje enigmático y misterioso, con un pasado cuestionable, de carácter autoritario pero justo; impecable y enérgico con sus alumnos. Sus enseñanzas calan inmediatamente en los díscolos pequeños, que se convierten en todo un modelo de educación y respeto a la autoridad. Eso sí, conservando el innato espíritu travieso y curioso ante todo aquello que les rodea. Sobre todo Eda, que gracias al misterioso Hnizdo se acerca más a su taciturno padre, conocido en todo el pueblo como 'El Transformador' -Zdenek Sverák- por su trabajo en la estación eléctrica. Un personaje a priori distinto al maestro de escuela, menos popular, pero que poco a poco se gana la simpatía del revoltoso Eda y del propio espectador.

'El Transformador' es otro personaje clave en 'Escuela primaria'.
Al contrario de lo que pueda parecer, en esta película no hay buenos ni malos, si no personas. Infancia, madurez y otros despertares se citan en un filme cuyos personajes están en constante aprendizaje y crecimiento personal. Todos, grandes y adolescentes, se empapan unos de otros y descubren facetas de su entorno hasta entonces desconocidas. Una comedia costumbrista cuyo motor principal son los pequeños protagonistas que recuerdan a la inolvidable pareja principal infantil que Martin Scorsese llevó a la pantalla en Alícia ya no vive aquí.

Y es que pese a la corta edad de Eda, Tonda y el resto de sus compinches, en muchas secuencias demuestran una madurez impropia de chiquillos. Razonamientos y situaciones que, a parte de asombrar, levantan más de una carcajada. La naturalidad con la que están contados y filmados los hechos es otro de los puntos fuertes de una película que, si bien no es original en su planteamiento. Un viaje a lo más profundo de la infancia, que evoca momentos maravillosos de la niñez y un obsoleto tanque testigo de principio a fin de las peripecias de un grupo de chavales que consiguen robarnos el corazón.

La importancia de llamarse profesor

El cine y los profesores han tenido un idilio a lo largo de la historia. Son cientos y cientos las películas que muestran, con más o menos acierto, la importancia del maestro en la vida de sus alumnos, sobre todo cuando estos son más vulnerables e impresionables. Ya sea en El club de los poetas muertos, Profesor Lazhar, Half Nelson, El profesor o La lengua de las mariposas, los ejemplos son inmensos y buenos.

Igor Hnizdo es el profesor que mete en cintura a los traviesos alumnos.
En Escuela primaria también se ensalza la figura de ese tutor regio y pragmático, a pesar de que en el caso de Hnizdo, este se mueva en una fina línea entre lo correcto y lo inmoral. Mujeriego por naturaleza -la madre de Eda es objeto de sus zalamerías-, esa pasión por lo femenino pierde al maestro, pero sus enseñanzas han penetrando tan hondo en sus traviesos pupilos que estos defienden a capa y espada a su idolatrado héroe de guerra cuando su honor está en duda.

En este sentido, es impactante la secuencia donde 'El Transformador' y el propio Hnizdo dialogan sobre su papel en la guerra. Toda una declaración de intenciones en una escena cargada de emoción que, aun así, no pierde el toque de comicidad que define a la película en su poco más de hora y media. Una cinta en la que profesor, alumnos y padres forman un todo ejemplarizado en una obra de teatro que simboliza el alma de esta película, llena de vitalidad y armonía. Altamente recomendable esta pequeña historia en tierras checas.


Ficha Técnica


Título original: Obecna skola (The Elementary School)

Año: 1991

Género: Drama / Comedia /  Enseñanza

Duración: 104 min.

País: Checoslovaquia 

Director: Jan Sverák

Guión: Zdenek Sverák

Música: Jirí Svoboda

Fotografía: F.A. Brabec

Reparto: Jan Tríska, Libuse Sanfránkobá, Zdenek Sverák, Rudolf Hrušínský, Daniela Kolárova

Premios:1991: Oscar: Nominada a Película de habla no inglesa

Puntuación: 7,5/10

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