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miércoles, 26 de febrero de 2014

'Philomena': Judi Dench y Steve Coogan emocionan de la mano de Stephen Frears

A menudo el cine es utilizado como un instrumento de denuncia social. Un perfecto vehículo que, en ocasiones, ha derribado los cimientos de la hipocresía, la tiranía y, sobre todo, la injusticia; con emocionantes historias capaces de ablandar hasta al corazón más pétreo.

Tal es el caso de Philomena, la última película hasta la fecha de Stephen Frears (The Queen, Alta Fidelidad) basada en la vida real de Philomena Lee, una mujer irlandesa que queda embarazada a los 14 años y se ve obligada a residir en el convento de Roscrea. Allí cría la pequeño Anthony hasta los tres años de edad, momento en el que las monjas se lo arrebatan para venderlo a una familia norteamericana, algo habitual en la época. A partir de entonces, Philomena dedica el resto de su vida a buscarlo recurriendo, cincuenta años después del ominoso robo, a la ayuda del periodista Martin Sixmith, venido a menos por diversos conflictos profesionales.

La historia rebosa drama -y más de una sorpresa- por los cuatro costados, pero Steve Coogan (24 Hours Party People, Tropic Thunder), como guionista y productor, adapta con brillantez y sin caer en los clichés del género, el libro homónimo de Martin Sixsmith, al que además da vida con la sencillez y naturalidad que caracterizan a este gran actor británico. Coogan sabe combinar a la perfección la acidez de su humor, aplicada en varios momentos de la cinta para rebajar con acierto la tensión dramática de la trama, con la seriedad que requiere un tema tan repugnante como el de los bebés robados que, desgraciadamente, tanto nos suena en nuestro país.


El de Manchester acompaña admirablemente a la perfecta Judi Dench (Iris, Chocolat), encargada de ponerle rostro a este crimen perpetrado por una ambivalente Iglesia Católica y que ha destruido la vida de cientos de familias de un tiempo a esta parte. La actriz británica hace un auténtico ejercicio de sinceridad y honestidad para meterse en la piel de la desdichada Philomena cuando esta ya es mayor -Sophie Kennedy Clark (Sombras Tenebrosas, Nymphomaniac) interpreta a Philomena en su juventud-. Una actuación memorable que quedará registrada en los anales del séptimo arte.

Es irresistible el magnetismo que desborda su personaje y lo bien que lo trasmite. Una mujer repleta de humanidad y bondad infinita; fuerte, inocente y pura, conservando su espiritualidad a pesar del duro revés recibido y dando una lección de lo que verdaderamente simboliza el catolicismo. La veterana y carismática actriz sobrecoge con su interpretación avasalladora, reflejando la ingenuidad indulgente de esta generación que sufrió los abusos de una parte de los estamentos eclesiásticos.

Judi Dench y Steve Coogan desbordan talento en 'Philomena'.
Dench y Coogan simbolizan espléndidamente el contraste y el temperamento de dos épocas distintas. El dúo pone en escena un juego psicológico entre dos personas que se mueven por los distintos terrenos y emociones que posee el ser humano. Esa compenetración en la pantalla evidencia la química que otorga más sensación de veracidad si cabe en la historia.

Resulta maravilloso contemplar la forma de influir entre uno y otro en un relato conmovedor. Tanto en Philomena como en Sixmith, se producen luchas internas provocadas por el apoyo que se prestan. Afortunadamente, la película camina entre las aguas del melodrama, llegando a zozobrar en algún ligero instante pero sin hundirse en el tedio, saliendo a flote sutilmente gracias a la labor interpretativa de la pareja protagonista.

Frears, mágnifico narrador de historias 

Philomena es una muestra más del dominio que ostenta Stephen Frears a la hora de narrar buenas historias. Su manejo de la cámara, con tiempo pausado y sin excentricidades en los planos, aparte de un buen empleo del flashback como recurso narrativo, hacen que la intriga fluya por sí sola. El cineasta deja que los personajes y el guión discurran sosegadamente para atrapar al espectador y provocar en él sensaciones encontradas.

No hay trampas. Desde el primer momento tanto Frears como Coogan ponen el blanco de la crítica en la Iglesia Católica. Sin embargo, gracias al espíritu redentor de Philomena, que tan bien plasma Judi Dench, el perdón a la institución y en especial a la figura de las monjas corrompidas en el robo de bebés, flota en el ambiente, dejando una sensación reconfortante de esperanza.

La película pone en tela de juicio el peligro de la religiosidad mal entendida.
Es obvio el juicio que se hace a la doble moralidad de las instituciones católicas y a la mal entendida religiosidad que ponen en práctica algunas hermanas. Dench y Coogan son los jueces con distintos puntos de vista y, con inteligencia, Frears deja que sea el público quien ejerza de jurado y saque sus propias conclusiones. Así, a medida que avanza el metraje se van presentando pruebas de una y otra vertiente.; desde la perspectiva bondadosa de Philomena, al sarcasmo y la virulencia crítica de Sixmith.

A ello contribuye indudablemente el gran trabajo musical de Alexandre Desplat (Argo, El discurso del Rey, Fantástico Sr.Fox, Renoir) que compone una banda sonora melodiosa y, en ocasiones, dulcificante, para acompañar las secuencias más dramáticas de la cinta. Una merecida nominación al Oscar para el compositor francés que sabe acertar con el tono requerido en esta trágica historia.

Steve Coogan, Judi Dench (arriba), Martin Sixsmith y Philomena Lee (abajo).
La causa también se extiende a la figura del periodismo y el cinismo que a menudo caracteriza a la profesión. Es el ejemplo del personaje de Coogan y su editora interpretada por Michelle Fairley (Juego de Tronos), si bien el periodista crece a medida que se adentra más y más en el drama de Philomena, aparcando sus prejuicios y llegando a humanizarse.

Su oportunidad en el tiempo hacen de ella una película inapelable y, en cierto sentido, reparadora. Todo un despliegue de sentimientos bien guionizados, dirigidos y, sobre todo, interpretados. Una muestra más de la peculiaridad del cine a la hora de alertar y evidenciar los problemas y ambigüedades de la sociedad, en general, y sus instituciones religiosas, políticas y el ser humano en particular. Aunque la Iglesia a veces lo olvida, "la verdad os hará libres", y prueba de ello es este filme redentor.

Ficha Técnica


Título original: Philomena

Año: 2013

Género: Drama / Hechos Reales / Periodismo

Duración: 98 min.

País: Reino Unido 

Director: Stephen Frears

Guión: Steve Coogan, Jeff Pope (Libro: Martin Sixsmith)

Música: Alexandre Desplat

Fotografía: Robbie Ryan

Reparto: Judi Dench, Steve Coogan, Charlie Murphy, Simone Lahbib, Anna Maxwell Martin, Neve Gachev, Sophie Kennedy Clark, Charlotte Rickard, Nichola Fynn

Premios: 2013: Oscars: 4 nominaciones: Película, Actriz (Dench), Guión Adaptado y BSO
                2013: Globos de Oro: 3 nominaciones, incluyendo mejor película
                2013: Premios BAFTA: Mejor guión adaptado. 4 nominaciones
                2013: Festival de Venecia: Mejor guión y Premio SIGNIS

Puntuación: 8/10

1 comentario:

  1. A mi me parece que la reacción de Philomena es de sumisión ante las monjas, no llegue a creerlo.
    Me parece una reacción mucho mas normal la del periodista,

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