Sin embargo, los riesgos que se corren son muy altos. Entre ellos, el de caer en los brazos de la paranoia y sucumbir al sistema. Esto último es lo que le ocurre a Dennis Dimbleby Bagley, un joven y ambicioso publicista londinense al que da vida, de manera eficaz, Richard E. Grant en Cómo triunfar en publicidad, de Bruce Robinson (Diarios del ron). Además de contar con la breve aparición de un inédito Sean Been -Boromir en El Señor de los Anillos-.
A medida que crece la crisis creativa, aumenta la paranoia de Bagley. |
El cineasta británico aprovechó el éxito de su magnífica opera prima Withnail y yo -antes ya había escrito una joya del séptimo arte como Los Gritos del Silencio-, donde repetía con Grant, para construir, con menos acierto que su predecesora, otra comedia a caballo entre la parodia y la crítica social.
Robinson utiliza como pretexto para hablar de la eterna lucha entre el bien y el mal y las consecuencias que provoca en las sociedades modernas el capitalismo salvaje a través de la publicidad, la angustia y el cambio de personalidad que sufre el protagonista de la historia al intentar vender un producto. En concreto, una crema anti-granos.
Un bigote para diferenciar el bien y el mal. |
En este punto, el director británico descubre el verdadero objetivo del filme y recurre al absurdo para denunciar la dictadura de las grandes corporaciones que van imponiendo, a través de la publicidad, distintos estilos de vida. Un tema que más tarde pondría de manifiesto, con más acierto, David Fincher en El Club de la Lucha.
Richard E. Grant, más histriónico que nunca. |
Robinson lleva a cabo una apuesta sin duda arriesgada para criticar al sistema y por añadido, la pasividad de la sociedad ante este bombardeo masivo de publicidad. El histrionismo de Richard E. Grant ayuda a crear ese personaje ambivalente que sucumbe al imparable capitalista moderno y arrollador. Él, junto al trasfondo del argumento, son las principales bazas de esta comedia disparatada que peca de excesos.
Entre ellos, la exagerada evocación al surrealismo y la incoherencia como recurso para transmitir la idea principal. Lo que al comienzo parece innovador, al tiempo se convierte en repetitivo, culminando con un soliloquio final apocalíptico que deja un regusto amargo pese al dulce inicio.
Una premonición de lo que posteriormente sería la vida artística de este cineasta, poco prolífico en la filmación de películas -cuatro en total- a raíz del éxito cosechado en Withnail y yo. Sin ir más lejos, su último trabajo hasta la fecha, Diarios del ron, pasó totalmente desapercibido tanto para público como crítica, lo que pone de manifiesto que Robinson no siguió los consejos necesarios para convertirse en un triunfador.
Ficha Técnica
Título original: How to Get Ahead in Advertising
Género: Comedia / Fantástico
Año: 1989
Duración: 94 min.
País: Reino Unido
Director: Bruce Robinson
Guión: Bruce Robinson
Fotografía: Peter Hannan
Reparto: Richard E. Grant, Rachel Ward, Richard Wilson, Jacqueline Tong, Sean Bean
Puntuación: 6,5/10
Reparto: Richard E. Grant, Rachel Ward, Richard Wilson, Jacqueline Tong, Sean Bean
Puntuación: 6,5/10
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